miércoles, 19 de mayo de 2010
Publicidad en internet, Publicidad impresa

Aunque los usuarios gasten menos en la prensa en internet que en la prensa impresa, las empresas que pautan en los medios de comunicación ya sea en la red o en su forma tradicional, gastan un monto considerable tratando de gestionar sus objetivos publicitarios. Así, un cliente que requiere una página en el periódico puede gastar de un millón a treinta millones de pesos, mientras que internet se puede pagar desde $30.000 pesos por un click hasta 15 millones de pesos por un patrocinio.
En el periódico El Espectador por ejemplo, la página con mayor costo es la contraportada a color que se encuentra en 24 millones de pesos, mientras que la página más cara en internet en el día se encuentra en 15 millones de pesos por un fondo colapsable. Hay que tener en cuenta sin embargo, que la prensa en internet registra en un promedio de 30 millones de visitas al mes mientras que la prensa tradicional sólo registra un promedio de 2 millones y medio de lectores haciendo que resulte un más rentable pautar en el nuevo medio de comunicación.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los grupos objetivos para cada página varían y que por ende se debe enfocar la pauta dependiendo del tono de la campaña que se está empleando. De esta forma, debemos ser conscientes de la edad del público al que queremos llegar, su estrato económico y su locación. Por ejemplo, los jóvenes ingresan a la prensa en internet más de lo que los adultos lo hacen, éstos últimos, acostumbrados a la prensa tradicional, se mantienen con la costumbre de recibir el periódico por las mañanas e informarse por medio de una lectura pausada que requiere sobre todo un nivel alto de análisis y crítica.
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Globalización, redes y prensa
La sociedad, entrada en la era de la globalización, necesitó del internet para divulgar en tiempo real lo que estaba aconteciendo en cada lugar del mundo. Así, la prensa por medio de la red, que creció por la necesidad de interconexión y se posesionó como una forma eficaz de obtener información gratuita, hace que la gente esté relacionada con diferentes países a la misma velocidad de los ciudadanos que lo habitan.
De esta forma, los países que más se preocupan por enterarse de lo que está pasando en nuestro país son: Estados Unidos, España, Canadá, México, Venezuela, Francia, Inglaterra y Argentina. Dicha popularidad en estos países no significa que la población colombiana que vive en el exterior esté concentrada en los territorios mencionados anteriormente, sino, más bien, que la política y la economía se encuentran interrelacionados entre sí.
Ejemplo de esto es la creciente inversión que países como Estados Unidos hacen en el mercado colombiano el cual lo ven como una buena apuesta por su estabilidad aún en tiempos de crisis. De la misma manera, los venezolanos, concentrados en la forma como los gobiernos manejan la política entre las fronteras, velan por las importaciones y exportaciones que tenían anteriormente o que mantienen en cantidades menores y se enteran de los nuevos acontecimientos por medio de la red.
En este aspecto globalizador, la prensa escrita se queda corta. Ésta, divulgada por medio de la mano del hombre y expresada por la forma tangible del papel, no puede revelarse a otras poblaciones en tiempo real y se crea desde lo local y no desde lo global. La revolución de la internet entonces, más allá de ser un ente de preocupación para los medios impresos, es una oportunidad para nuevos mercados en otros países.
De esta forma, los países que más se preocupan por enterarse de lo que está pasando en nuestro país son: Estados Unidos, España, Canadá, México, Venezuela, Francia, Inglaterra y Argentina. Dicha popularidad en estos países no significa que la población colombiana que vive en el exterior esté concentrada en los territorios mencionados anteriormente, sino, más bien, que la política y la economía se encuentran interrelacionados entre sí.
Ejemplo de esto es la creciente inversión que países como Estados Unidos hacen en el mercado colombiano el cual lo ven como una buena apuesta por su estabilidad aún en tiempos de crisis. De la misma manera, los venezolanos, concentrados en la forma como los gobiernos manejan la política entre las fronteras, velan por las importaciones y exportaciones que tenían anteriormente o que mantienen en cantidades menores y se enteran de los nuevos acontecimientos por medio de la red.
En este aspecto globalizador, la prensa escrita se queda corta. Ésta, divulgada por medio de la mano del hombre y expresada por la forma tangible del papel, no puede revelarse a otras poblaciones en tiempo real y se crea desde lo local y no desde lo global. La revolución de la internet entonces, más allá de ser un ente de preocupación para los medios impresos, es una oportunidad para nuevos mercados en otros países.
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Horarios y juventudes en la red
La prensa en internet es un medio que está en constante cambio, la información se almacena pero se va actualizando a cada momento aumentando la posibilidad de los lectores de estar siempre conectados con lo que los rodea. La prensa escrita puede almacenarse pero ocupa un espacio, no se actualiza y, aunque nos ayuda a estar conectados con el medio que nos rodea, puede estar atrasada por la velocidad con que la red trabaja, por la simbiosis que tiene con el tiempo real.
Así, mientras que para la prensa escrita son rentables las horas de la mañana cuando los periódicos son repartidos a los hogares o cuando las personas se disponen a ir en búsqueda del impreso para enterarse de lo que está pasando en el país, el internet no tiene horas exactas, se va consultando por medio de la necesidad o de la particularidad del día, de las noticias que se vayan desarrollando y que la gente va consultando mediante pasan las horas.
El proceso de ir en búsqueda de un impreso o de acceder a internet depende de las preferencias que el sujeto tenga sobre los modos en que se va a informar o en que le guste leer. Sin embargo, no es de extrañarse que, para las nuevas generaciones, la costumbre de recibir información por medio de las páginas web y la falta de presupuesto que se tiene para adquirir un impreso hace que se prefiera un medio del otro.
Sin embargo, la prensa escrita se preocupa en el crecimiento de estas nuevas generaciones porque al acostumbrarse a la lectura por medio de los nuevos medios tecnológicos como los celulares y los computadores, podrían abandonar la prensa tradicional llevándola a su fin. Lujo o no, una persona puede gastarse hasta 40 mil pesos comprando el periódico cada día, costo que se asimila a lo que puede pagar una persona por internet de acceso banda ancha.
Así, mientras que para la prensa escrita son rentables las horas de la mañana cuando los periódicos son repartidos a los hogares o cuando las personas se disponen a ir en búsqueda del impreso para enterarse de lo que está pasando en el país, el internet no tiene horas exactas, se va consultando por medio de la necesidad o de la particularidad del día, de las noticias que se vayan desarrollando y que la gente va consultando mediante pasan las horas.
El proceso de ir en búsqueda de un impreso o de acceder a internet depende de las preferencias que el sujeto tenga sobre los modos en que se va a informar o en que le guste leer. Sin embargo, no es de extrañarse que, para las nuevas generaciones, la costumbre de recibir información por medio de las páginas web y la falta de presupuesto que se tiene para adquirir un impreso hace que se prefiera un medio del otro.
Sin embargo, la prensa escrita se preocupa en el crecimiento de estas nuevas generaciones porque al acostumbrarse a la lectura por medio de los nuevos medios tecnológicos como los celulares y los computadores, podrían abandonar la prensa tradicional llevándola a su fin. Lujo o no, una persona puede gastarse hasta 40 mil pesos comprando el periódico cada día, costo que se asimila a lo que puede pagar una persona por internet de acceso banda ancha.
Usuarios en internet

Claramente,la prensa en la red sale mucho más económico que prensa en papel, no só
lo para una empresa, sino también, para los usuarios. Primero, los costos de mano de obra en el periódico impreso, son mucho mayores ya que requieren de más redactores que se ocupen de las distintas áreas, fotógrafos para cada nota que se saca, diseñadores para cada página impresa, editores y correctores de estilo. En internet sin embargo la situación cambia, la información, como va en tiempo real, no requiere de tantos procesos para ser publicado. Además, al ser virtual, no se invierte en medios impresos ni se corre con los costos de un cambio a última hora.
Sin embargo, la calidad de los usuarios en internet y en prensa escrita parece ser un poco distinta. No porque los usuarios de la prensa escrita paguen más de lo que pagan los usuarios de internet por una mensualidad con las empresas de telefonía, sino más bien, porque las temáticas que prefieren los usuarios de internet con respecto a los usuarios de la prensa tradicional varía mucho de un lado a otro.
En el diario El Espectador por ejemplo, los usuarios en la red prefieren leer, en primer lugar la sección de Opinión, que, en el mes de abril, tuvo 916.717 seguidores, luego deportes con 422.086 seguidores, de tercero entretenimiento con 306.486 seguidores, de cuarto el horóscopo con 272.050 seguidores y por último política que tuvo 250.487 seguidores. Los usuarios de la prensa escrita en cambio, prefieren leer de primero los titulares del periódico o las noticias de mayor relevancia en el país que siempre se distribuyen en su mayoría por la sección judicial, política o económica.
La prensa en el futuro: ¿el fin?
Sin desarticular los significados de entender por medio de la red y entender por medio de un periódico impreso, para Orlando Mesas, periodista de la red del periódico El Espectador, la prensa no verá su fin en un futuro sino que en cambio se volverá un lujo, un objeto de un poder adquisitivo mayor. Este argumento lo basa en la característica gratuita de la prensa en el internet a diferencia de la prensa escrita, la cual, aunque en el momento no tenga un costo dispendioso, podrá verse en un futuro cuando la demanda y la oferta disminuyan.
Para Mesas, el cambio no podrá verse sino hasta en 40 o 50 años cuando las personas estén completamente conectadas por teléfonos celulares en donde consulten información la mayoría del tiempo. Además enfatiza que en el momento la problemática no se vislumbra porque el diferencia generacional permite que haya jóvenes que estén acostumbrados a convivir con la internet y adultos que recurran a la prensa como en los tiempos de sus padres.
Para Mesas, el cambio no podrá verse sino hasta en 40 o 50 años cuando las personas estén completamente conectadas por teléfonos celulares en donde consulten información la mayoría del tiempo. Además enfatiza que en el momento la problemática no se vislumbra porque el diferencia generacional permite que haya jóvenes que estén acostumbrados a convivir con la internet y adultos que recurran a la prensa como en los tiempos de sus padres.
La prensa escrita y la prensa en la red
Desde que aparecieron medios distintos a la prensa no falta quien diga que está en vía de extinción. Primero fue la radio que a mediados de los años XX del siglo pasado revolucionó las formas de comunicación y cambió la perspectiva del mundo, luego irrumpió la televisión y se pronosticó lo mismo: la muerte del impreso. Hace unos quince años internet sacudió el mundo informativo y con más fuerza hace carrera la tesis de que el periodismo escrito es casi una cosa en desuso. Sin embargo, está todavía, se niega a desaparecer y se reacomoda para garantizar su supervivencia.
Los más descreídos hace rato le aplicaron los santos óleos al periodismo escrito. Dicen que internet es más sencillo, más práctico y más amplio, todo ello es parcialmente cierto pero el plus del impreso es la credibilidad del medio de donde proviene la información, las formas en las que la distribuyen y los códigos que utiliza para divulgar contenidos noticiosos de impacto. La dicotomía no puede circunscribirse al impreso o a la internet. Ambas formas de comunicación son complementarias. En la web avanza la información en tiempo real. En el impreso lo que prevalece es el análisis para entender la infopolución mediática.
En conclusión pues, el impreso, creo, lejos está de morir. Tendrá que seguirse adaptando, como lo ha venido haciendo en los últimos cuatro siglos desde que aparecieron en Europa los primeros diarios con el estilo que conocemos hoy. No falta claro, a quien le incomode leer en papel y habrá otros muchos que no soporten informarse a través de una pantalla. De nuevo el mundo se enfrenta al dilema de cómo informarse mejor. Que lo hagan a través de la web o el impreso, qué importan, desde que se informe.
Los más descreídos hace rato le aplicaron los santos óleos al periodismo escrito. Dicen que internet es más sencillo, más práctico y más amplio, todo ello es parcialmente cierto pero el plus del impreso es la credibilidad del medio de donde proviene la información, las formas en las que la distribuyen y los códigos que utiliza para divulgar contenidos noticiosos de impacto. La dicotomía no puede circunscribirse al impreso o a la internet. Ambas formas de comunicación son complementarias. En la web avanza la información en tiempo real. En el impreso lo que prevalece es el análisis para entender la infopolución mediática.
En conclusión pues, el impreso, creo, lejos está de morir. Tendrá que seguirse adaptando, como lo ha venido haciendo en los últimos cuatro siglos desde que aparecieron en Europa los primeros diarios con el estilo que conocemos hoy. No falta claro, a quien le incomode leer en papel y habrá otros muchos que no soporten informarse a través de una pantalla. De nuevo el mundo se enfrenta al dilema de cómo informarse mejor. Que lo hagan a través de la web o el impreso, qué importan, desde que se informe.
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